En un festival de rock en 1991, la noche del martes 20 de agosto fue ocupada en su totalidad por bandas punk y queercore integradas por mujeres. Si bien es cierto que hoy día sería poco acertado relegar a todas las bandas de estas características a una sola cita dentro de un festival, por entonces significó una patada en los estándares musicales underground -ya que era la primera vez que se hacía-, impulsó un movimiento musical feminista que corrió como la pólvora, y además sentó las bases de estrategias de organización vigentes
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La International Pop Underground Convention -también conocida como I.P.U.– fue un festival de 6 días de punk y rock alternativo celebrado en 1991 en Olympia, Washington. Del martes 20 al domingo 25 de agosto, se juntaron para colaborar y actuar un número excepcionalmente extenso de bandas independientes.
Organizado por Candice Pedersen, por entonces gerente del sello local K Records, fue una extensión de las BBQ Party que solía hacer los veranos en Steamboat Island, cerca de Olympia. El festival heredaba su nombre de una serie de recopilatorios de bandas emergentes lanzados por la discográfica desde 1987, que se titulaban International Pop Underground.
Candice decidió en 1991 trasladar la cita a toda la ciudad de Olympia, y tuvo la idea de abrir del festival con una programación completa de bandas de grunge y queercore integradas por mujeres durante toda la primera jornada, que se llamó “Love Rock Revolution Girl Style Now”. Promovida junto a Lois Maffeo, Margaret Doherty y a la DJ Michelle Noel, la cita contó con bandas como 7 YEAR BITCH,HEAVENS TO BETSY, L7,BRATMOBILE,FASTBACKS,KICKING GIANTyBIKINI KILL, entre otras.
Esa noche del 20 de agosto de 1991 es comúnmente citada como el nacimiento del movimiento riot grrrl, siendo la presentación de muchas artistas que más tarde llegarían a gozar de gran reconocimiento a nivel nacional, como Corin Tucker, por ejemplo.
El Teatro Capitol de Olympia fue el centro de convergencia del encuentro, pero también hicieron actividades en distintos locales de la escena musical de la ciudad y otras actuaciones salieron improvisadas en tiendas de discos o fiestas en casas, sirviendo de modelo para futuros festivales de música independiente como el Ladyfest.
Además de las actuaciones musicales, la International Pop Underground Convention también montó distintas actividades artísticas que comprendían desde lectura de poesía hasta maratones de cine, pasando por celebraciones cakewalk*, como podemos ver en el vídeo:
(*) La cakewalk fue una danza surgida a partir de las “caminatas especiales” de finales del siglo XIX, generalmente en reuniones de esclavas negras después de la emancipación en el sur de los Estados Unidos. Al final de una presentación de la forma original del baile en la Exposición del Centenario de 1876, se otorgó un enorme pastel a la pareja ganadora.
Este próximo lunes 30 de abril se celebra el festival interseccional anarco-feminista, queer-punk, anti-sexista, anti-homofóbico, anti-transfóbico, anti-fascista, anti-racista y anti-nacionalista, no corporativo, NOC WALPURGII,en la conocida Köpi de Berlín, tal como viene haciéndose cada dos años.
La última edición –el pasado 2016-, celebró los veinte años de este evento inclusivo, que había tenido lugar por primera vez en el año 1996 en Varsovia, organizado por las discográficas feministas Emancypunx Records y Refuse Recs, y que se convertiría en el festival de hardcore-punk DIY más duradero de la zona, frecuentado por 400-1000 asistentes a cada fecha.
En el 2012 el festi pasó a celebrarse en Berlín y para este 2018 el cartel cuenta con las banda locales EAT MY FEAR(vegan feminist hardcore) y SUBVERSE(anarcopunk), la banda sueca HAG (hardcore), y la finlandesaKOHTI TUHOA(hardcore punk), entre otras actuaciones y actividades, como la presencia de la batera de Polikarpa y sus Viciosas, Paola, en modo DIYéisa focalizada en música creada e interpretada por mujeres.
El NOC WALPURGII FEST ya hace décadas que supuso una iniciativa pionera en Polonia, al poner sobre la mesa cuestiones a menudo no tomadas en serio dentro del punk o escenas antifas, como la lucha contra el sexismo y la homofobia o la presencia de homosexuales y mujeres en la escena punk/hc underground.
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El proyecto apoyaba la actividad anarco-feminista, así como otras formas de lucha antipatriarcal.
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De esta manera, promocionaban grupos musicales diversos en los que participasen mujeres, ya que por entonces las escenas locales estaban claramente copadas por hombres, y era aún peor en el caso de personas abiertamente queer, gays o lesbianas en la cultura DIY. Por esta razón empezaron a trabajar con activistas queer, trans, lesbianas, gays, drag queens, drag kings… con la idea de crear un espacio donde la diversidad fuese una realidad.
El entorno creado favorece la conexión entre las personas y la construcción de estructuras para una cultura DIY fuerte y libre de cualquier tipo de discriminación y prejuicios, en un ambiente seguro, pensado contra todo tipo de violencias en los conciertos, bailes violentos o comportamientos machistas.
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La organización comentaba con satisfacción que “es una gran sensación ver a tanta gente diferente que se divierte en el pogo o durante las actividades; Respetamos la necesidad de auto-organización y espacio para todo colectivo oprimido, pero el objetivo del festival no es crear un lugar segregado para un solo cierto tipo de personas, porque ¡Queer es punk – punk is queer! El punk ha sido desde el principio un movimiento para quienes no encajan en las normas de la sociedad y queremos seguir la tradición”.
No son “Los 3 mejores libros de punk”, ni son “Los 3 libros de punk más noséqué”, ni son ningún ranking de nosécuánto, ni nada parecido a esa clase de titulares-gancho que garantizan contenidos insípidos; Son sencillamente libros acerca del punk, escritos por punkis y por supuesto no son todos los que hay!
VIOLENCE GIRL: A CHICANA PUNK STORY, por ALICE BAG [en inglés]
Por descontao, el primer libro que tenemos en la cabecera es la autobiografía de nuestra punk favorita: Alicia Armendariz!
Violence Girl relata desde las experiencias de la infancia de una chicana creciendo al este de Los Ángeles, hasta convertirse en el icono punk ‘Alice Bag’, pasando por la narración detallada de los altibajos en THE BAGS, una de las primeras bandas punk en un momento crucial en la música y la cultura como fueron los últimos años 70.
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Vídeo de presentación del libro:
Podemos pedirlo online en papel o en formato digital a través de barnesandnoble.com
THE SPITBOY RULE, por MICHELLE ‘TODD’ GONZALES [en inglés]
Michelle Cruz Gonzales, más conocida como Todd, fue la batería de la banda anarcopunk SPITBOY, formada íntegramente por mujeres en los tiempos del máximo auge del movimiento riott grrrl, en el que la punk chicana, como persona racializada, no se sentía integrada.
El libro fue inicialmente un fanzine que luego se extendió y habla en primera persona de las experiencias en las giras, ilustrado con un montón de fotos inéditas y flyers de la escena DIY de los ’90.
ROPA ROPA ROPA MÚSICA MÚSICA MÚSICA CHICOS CHICOS CHICOS, por VIV ALBERTINE [traducido al castellano del inglés]
“Clothes Clothes Clothes Music Music Music Boys Boys Boys” se publicó en 2014 y desde 2017 lo tenemos en castellano editado por Anagrama, con una traducción que respeta el tono cercano y cautivador de la autora, Viv Albertine, guitarrista de THE SLITS.
No es solo un relato sobre los inicios del punk desde la perspectiva de una de sus protagonistas en un Londres castigado por dos guerras, sino que también es todo un ejercicio de inspiración sobre cómo ser mujer en un ámbito donde eres invisible, sobre cómo el hecho de ser una misma cuesta sudor y sangre, y acerca de superar obstáculos y envejecer.
. Vídeo de presentación del libro:
Podemos encontrarlo en formato físico en cualquier gran superficie de venta de libros, como Fnac o La Casa Del Libro, o en el sitio web de la editorial, pero mejor si lo adquirimos a través de distris pequeñas… Nosotras en madrid lo pillamos en las tiendas La Negra de Prospe, Traficantes de Sueños en La Latina y en Mujeres&Compañía en Ópera.
Hoy es la premiere del documental titulado Y entonces ¿En qué grupo tocaba tu novio? (So, which band is your boyfriend in?), acerca del desequilibrio en la participación por géneros en la escena de UK
El Manchester Punk Festes el entorno elegido para estrenar el proyecto de Suzy Harrison, que comparte cierto paralelismo con la idea Tomar el escenarioy que comenzaba allá por 2014 con esta declaración de principios en la campaña de crowdfunding:
“Soy una mujer y me encanta la música, ha sido parte de mi vida desde que recuerdo. Como fotógrafa, música y creadora de webzines, por una parte he disfrutado experiencias increíbles a partir de mi participación en la escena, pero también he tenido la desgracia de notar el desequilibrio en cuanto a igualdad de género. Este documental contará con opiniones de mujeres/queers de ámbitos variados dentro de la escena musical de UK. Quiero saber cómo y por qué se involucraron en la música, lo positivo y las experiencias no tan positivas, y las formas en que podríamos cambiar las cosas. Esta iniciativa tiene como objetivo mejorar la igualdad en la industria musical y animar a las jóvenes a involucrarse; Mi intención es que este film les motive a empezar a tocar un instrumento y a aprender, o a grabar música, o sencillamente a disfrutar de los directos, porque ¿Cómo podríamos interpelar a las jóvenes, si no se reconocen en las experiencias que aparecen en las imágenes?“
Tal como indicaba la directora, existen un montón de documentales sobre música, pero la mayoría se centran en protagonistas hombres y en norteamerica. En cambio, So which band is your boyfriend inda voz a las músicas mujeres/queers inglesas. Además, las narraciones que hay documentadas sobre punk suelen tomar como referencia los inicios del movimiento -como el genial docu de Zillah Minx She’s a Punk Rocker–, de manera que la escena actual pasa a veces desapercibida.
El proyecto de Suzy Harrison pone el foco en bandas en activo, tal como ocurre con el docu que nos pilla más cerquita Sin Tu Permiso: Nosotras en la escena hardcore y punk estatal, y así descubrimos formaciones actuales que pasan a ser nuestras bandas de cabecera, como por ejemplo Nu Pogodi!, a las que podemos seguir, contactar y disfrutar en directo.
La pregunta de la que toma título el documental “¿En qué grupo toca tu novio?”, hace referencia a una desafortunada expresión bien conocida por cualquier chica que haya tocado en una banda y que antes de subir al escenario de cualquier festival o concierto es preguntada por algún técnico de sonido o promotor o gerente del espacio o asistente a un evento donde se señala de estas maneras que la mera presencia de una mujer en tal ambiente es visibilizada como anómala.
Afortunadamente, cada vez son más prolíficos los proyectos feministas sobre música como este documental So which band is your boyfriend inque van incidiendo en los hábitos de promotores y agencias musicales y cambiando la panorámica de las programaciones, y así lo podemos apreciar echando un vistazo rápido a los carteles de festivales punk en Inglaterra de este 2018, como el Manchester Punk Fest.
Si bien es cierto que la mirada de género va siendo un criterio presente y aceptada -y no ninguneado como hace muy pocos años-, también cabe destacar que en la mayoría de ocasiones interpretamos las resoluciones actuales con más optimismo del merecido, ya que suele haber una tendencia excesiva a magnificar la presencia de mujeres/queers en los carteles musicales, obviando que la relación en número respecto al total sigue dejando a éstas en un lugar muy minoritario. Y es que las formas de interpretación machista interiorizadas que todo el mundo tenemos si no las desprogramamos nos acostumbró a ver la figura de las mujeres en el rock como la nota de color exótica y, además, después de tantos años de ningunear su existencia, parece que damos palmas con las orejas cuando vemos más de dos mujeres en el cartel. Pero se recibe bien distinto en cuanto paramos a ver las cuotas de participación en número;
Por ejemplo, en el propio Manchester Punk Fest, que en grandes líneas revela una intención consciente de integración, si hacemos unas simples cuentas salen cifras alarmantes, a pesar de ser uno de los festivales que más trabajo y cuidado está poniendo en el compromiso de inclusión de distintas identidades en la agenda.
94 grupos conforman la propuesta de 2018; Si destacamos en rojo los que sí cuentan con integrantes mujeres/queers, vemos que solo son 27 bandas/solistas*, que no representa ni el ni el 30% del total. O visto por número de integrantes, comprobamos que hay más de 350 artistas en los escenarios y solo son mujeres/queers menos de 45, no es ni el 15%.
*bandas/solistas en el MPF2018 integradas por al menos una persona que se reconoce en la identidad ‘mujer’ o en otras no normativas/hegemónicas:
Si eres mujer y eres punk, pocas veces te habrás visto representada en los escenarios. No te cuento si eres lesbiana… Ahí ya ni presencia visible en lo musical ni en ningún lado; Por no tenerte en cuenta, no te tienen presente casi ni en la propia fiesta del Orgullo LGTBIQA+…
Pues bien, nada más lejos de la realidad de lo que va a ser el evento del 25 de agosto en Madrid, donde el escenario de la mítica sala Hebe vallekana se llenará de músicas y cuerpos y actitudes disidentes de la norma: Genderlexxpresentan su primer disco coincidiendo con el cierre de gira europea de Kumbia Queers¡La cita del verano, sí!
Ambos grupos se formaron en su día por la voluntad política de reunirse entre compañeras, para mostrarse presentes de una manera más visible en el ámbito contracultural punk. No en vano, la idea de las dos bandas surge en reuniones feministas musicales autogestionadas; En el caso de las Kumbia Queers, hace 10 años en el festival Belladona que organizaban las She-Devils, algo parecido a la energía #feministaypunk que resurgió en Madrid hace 3 años con los encuentros entre intérpretes y melómanas y la organización de charlas y conciertos, que llevaron a las Genderlexx a terminar con la urgencia por dar presencia al movimiento queer en el underground politizado.
Las integrantes de Kumbia Queers venían de bandas punk no mixtas de distintos lugares geográficos, como She-Devils, Ultrasónicas o The Deceivers y se aventuran a incorporar nada menos que la cumbia en sus creaciones, y el resultado obtenido lo describe muy bien aquella crónica que cuenta “La primera vez que las ves no te lo crees… La siguiente, te enganchan para siempre”.
Asimismo, las componentes de Genderlexx formaban parte de otras bandas creadas por mujeres, como Brutus Daughters o Y20, y también invitaron a una cantautora punk carismática al frente. Así fue como por fin tuvimos una banda compuesta íntegramente por bolleras con letras transfeministas explícitas, que supuso todo un revulsivo en el punk ibérico.
La energía que se respira en los directos de ambas bandas, es como para recomendar encarecidamente a todas tus amigas, estén en la edad y condición que estén, que lo presencien al menos una vez en la vida, por la calidad musical, y especialmente por la complicidad que se genera entre el público y el grupo, partes indisolubles de una actuación que va más allá de lo artístico. Y es que el engorile de sentirte interpelada desde el escenario y de saberte arropada en el pogo, es un lujo que quienes vamos teniendo la oportunidad de disfrutar, queremos compartir cada vez con más compañeras. Porque es diferente, porque es liberador, porque es divertido y lo ocioso nos fue tradicionalmente negado, porque nos refuerza y nos empodera, porque es algo que no teníamos y no parecía importar a nadie, pero es algo que ahora queremos y lo tenemos ahora.
Solo hay 200 entradas, para que sea una noche en comunidad donde las personas con identidades y cuerpos no normativos nos sintamos protagonistas del punk, del pogo, del ruido feminista, del escenario y de la pista, a la altura de la despedida de las argentinas y del nacimiento del “Tanta Rabia“, de manera que no están invitados esta noche quienes estén acusados de maltrato ni sus defensores, ni nadie que vaya a profesar actitudes machistas por muy inconscientemente que las haga. Así que, en el caso de que durante el evento presenciaras o sufrieras cualquier agresión machista/tránsfoba/homofoba… siéntete libre de compartirlo con quienes estén en el escenario, aunque haya que parar el concierto; Entre todas respondemos ¡Se trata de pasarlo bien!
El próximo sábado 22 de julio, en La Casika de Móstoles actuará el mítico trío punk argentino She-Devils, formado por Patricia Pietrafesa al bajo y voz, Pilar Arrese en la guitarra y coros, e Inés Laurencena como batería.
She-Devils comenzaron hace más de dos décadas, pero actualmente están dedicadas a la banda Kumbia Queers, de la que forman parte junto a Juana Chang, cantautora punk, y Flor Linyera, ex guitarrista de Deceivers. La asiduidad con la que tocan con la formación tropi-punk dificilmente permitía al trío tener actividad en los últimos años, pero con motivo de la presentación de una nueva producción de la editorial ‘Alcohol y Fotocopias‘ que lleva Patricia, se reunieron de forma especial el pasado junio en Buenos Aires, así que en Madrid no pudimos resistirnos a pedírselo también, por si sonaba la flauta… ¡Y han dicho que sí!
Estarán el 22J apoyando a compas encausadas por participar en la huelga de marzo de 2012, junto a Juanita Banana (Rock’n’roll cincuentero y surf), Emi Rap (Hip-Hop feminista antiespecista), Txaranga Punk (Recordándonos clásicos básicos del punk ochentero de Eskorbuto, Parabellum, MCD, La Polla, RIP, Cicatriz, Kortatu…), y las propias Kumbia Queers (Total, que a las tres She-Devils les toca doblete). El escenario es el mejor imaginable, el patio precioso y freskito del Centro Social La Casika, lo más bonico del verano combativo 🙂
Patricia Pietrafesa era componente de Sentimiento Incontrolable y de los históricos punks argentinos Cadáveres de Niños(en realidad, el nombre era Miles de Millones de Cadáveres de Niños Negros Muertos de Hambre y de Frío) y escritora de los fanzines Kien Sirve La Kausa Del Kaos? y Resistencia. Fue una de las pioneras del punk en argentina, siempre involucrada en bandas y publicaciones que sentaron las bases del modo de crear contracultura y llevarla a la confrontación con la oficial; Una agitadora contracultural que desde hace más de treinta años ha formado bandas, editoriales y cooperativas, colaboró en muchísimos fanzines y lleva adelante la Feria del Libro Punk, entre otros proyectos DIY. Con su editorial ‘Alcohol y Fotocopias’ recopiló en un libro todos sus zines Resistenciapor iniciativa de Boom Boom Kid y también los números del zine Homoxidal. Asimismo, ha editado un libro sobre Crass, y un documental sobre la contracultura argentina de 1983 a 1988, que no es solo sobre bandas de música, sino sobre la idea que sostenía el punk rock en ese momento.
Pat empezó con 17 años a tocar punk y unos siete años después comenzaría a hacer otras cosas porque la escena punk le resultaba “muy cerrada y muy poco cuestionadora”, de forma que se abrió más a la raíz del rock. En 1995 se pone en contacto con la creadora de zines queers Pila Zombie, y forman She-Devils junto a Lucio Adamo como batería, a quien sustituirá en 2001 InesPector, de Horror Studios Records.
En esta entrevista Pat y Pilar cuentan cómo se conocieron y de dónde nacía su necesidad de unir feminismo, música, autogestión y cultura punk:
Casi siempre tocaban con bandas de otros estilos, pero con las que tuvieran afinidad, pues les parece muy importante estar a gusto con quienes comparten el cartel, y habitualmente actuaban en lugares para 200 personas como mucho, salvo en ocasiones especiales.
Esta es una ocasión especial ¡Y tanto! y Móstoles tendrá la suerte de acoger la actuación de quienes han supuesto para muchas de nosotras una referencia fundamental de la disidencia sexual y de género de la cultura punk.
Con la acogida conmovedora que está teniendo el queercore revival, a veces se escapa por la grieta del queertodocabe esa tendencia a dar más importancia de primeras, una vez más, a los autores (Identidades y cuerpos hombre, más allá de su identidad sexual), como si en el universo kuír de repente no operasen las dinámicas de invisibilizar automáticamente la herstory de la gente a la que leemos como mujer. De esta manera, Alice Bag -figura punk relevante donde las haya- es muchisísimo menos conocida que su amigo Martin Crudos, por ejemplo. O los noventeros Pansy Division van a encabezar muchas más listas de impulsores de la escena musical cuír que las Fifth Column.
¿Las quién? Las Fifth Column.
Así que ahí van un par de sugerencias de bandas muy a tener en cuenta: Cholita (Los Ángeles, EEUU) y Fifth Column (Toronto, Canada)
¡Cholita! The female Menudo
Alicia Armendariz, Vaginal Davis y Fertile LaToyah Jackson, junto a otras mujeres que participaban en sus bandas Afro-Sisters y Cholita, transgredieron la cultura musical en los ’80 atravesando el punk con la reclamación de la identidad chicana y queer, desde la sororidad, la rabia y las ganas de fiesta.
Empezaron primero como Afro-Sisters, en Los Ángeles a finales de los ‘70, cuando Vaginal Davis (escritora de publicaciones que encabezaron el movimiento Queer Zine) y Fertile LaToyah Jackson (de un gran fervor político, procedente de El Salvador) todavía estaban en la escuela secundaria. Desde que se conocieron, creaban casetes que repartían entre colegas, bajo el nombre de Maxi Pads (Compresas), con bases sonoras pregrabadas, cantando cancioncillas como acapella mezcladas con spoken word sobre la experiencia negra, para quejarse de los problemas políticos-sexuales que les tocaban.
Aunque se les etiquetó como punk por sus carencias técnicas, Afro-Sisters consideraban sus creaciones showcore, o hardcore show tune music. No en vano les había hecho únicas su mezcla de la cultura punk rock con la blaxploitation (movimiento cinematográfico que tenía como protagonista a la comunidad afroamericana, con bandas sonoras de funk de artistas de la época).
No actuarían en directo hasta principios de 1980, cuando Alice Armendariz está en un parón con The Bags y se une. Con ella el grupo mejora notablemente la técnica vocal y las canciones comienzan a tener más estructura. Las letras seguían siendo peculiares y crudas, como por ejemplo “Wet Lesbian”:
We’re Lesbians, uh huh, we think lesbian.
We don’t need a man messing up our system.
You can’t do me you ain’t no superstar…
En la primera actuación de Afro-Sisters participaron también Urethra Franklin (Helen Bed O’Neill, que regentaba la tienda punk ‘Retail Slut’ en Melrose Avenue) y Clitoris Turner (Leslie Beatty, que trabajaba en la tienda ‘CowPoo’)
Cholita comenzó después como concepto, cuando Vaginal Davis se hartó de la llamada cultura alternativa a finales de 1980 y, pasando por una crisis de identidad, dejó de ir a conciertos de punk y empezó a escuchar artistas pop como las Flans.
[Aquí las Cholita en plan lip-dub con el tema “No controles” de las mexicanas Flans XD]
Vaginal Davis se identificaba como Blatina (black, latina), por su herencia mexicana, y sentía que la banda tenía que hacer algo explorando las raíces latinas con las que contaban, así que escribió de un tirón la canción “No soy una puta, soy una princesa“. Además, Alice y Fertile estaban en el punto de querer hacer una banda más en serio, así que Alice enseñó a sus compañeras a tocar instrumentos y en 1987 Cholita actuaron por primera vez en directo, presentándose como Cholita, The Female Menudo, igual que una conocida boy-band de Puerto Rico, los Menudo, pero formada por chicas adolescentes.
Presentaban la lucha política de una manera humorística, mediante bromas en el escenario y letras sin dogmatismos, para mostrar que el humor de las mujeres es divertido, combatiendo el racismo y los estererotipos a base de potenciar su lado más freak.
La banda nunca se disolvió formalmente.
La canción titulada Chinga tu madre, es un himno punk contra la supremacía blanca que podemos escuchar con buena calidad en la edición del LP de 1996 producida por Alice Bag en Chongo Records:
Fifth Column
G.B. Jones, batería y guitarrista de Fifth Column, y el cineasta Bruce LaBruce habían publicado un fanzine en los ’80 llamado J.D.s (Se cifraban en esas iniciales, según el propio LaBruce, ‘Delincuentes juveniles’, ‘James Dean’, ‘J.D. Salinger’ y ‘Jack Daniels’, conceptos que interactuaban con el punk, las culturas jóvenes, gays y lésbicas, contra las imágenes estilizadas de la homosexualidad en la industria cultural dominante). En 1985 publicaron el artículo “Don’t Be Gay”, denunciando que tanto el punk como el hardcore habían crecido excluyendo a las comunidades LGTB+.
El zine fue una de sus muchas salidas creativas; Además de hacer películas en Super 8 y dibujar, se quedaban noches enteras escribiendo y creando un paraíso homo-punk dentro de sus páginas. El proyecto J.D.s soñaba con una escena en la que queers y punks no fueran excluyentes y en la que tías y tíos bailaran, bebieran y follaran como les gustase. La escena que imaginaban en su zine ni siquiera existía, pero pronto mucha gente comenzó a acudir a Toronto a ponerla en práctica.
Kathleen y Janet a la dere
En palabras de G.B. Jones, “El queercore empezó en mi apartamento”. Fue como si hubiesen captado profundamente el final de la peli ultra-queer The Rocky Horror Picture Show, cuando todo el mundo canta “¡No lo sueñes, conviértete en ello!”, y sumándose a sus amigas Kathleen Pirrie-Adams y Janet Martin, sin saber tocar, hicieron realidad la banda de punk que destacaría en los ’80 por ser abiertamente feminista y queer.
Caroline Azar, la cantante del grupo, tenía 18 años cuando conoció a Fifth Column. Ella andaba enamorada de bandas como X-Ray Spex y Kleenex y esas tres chicas estaban haciendo algo así, sonando como a nadie más que a ellas mismas, y cuenta que la urgencia que le transmitió todo aquello le paralizaba el corazón.
Solían tocar acompañadas por colegas que aportaban instrumentos tan variados como saxo, trompeta, flauta o violín, y en sus directos habitualmente incluían videoproyecciones y un go-go bailando. Tenían una presencia formidable en el escenario y, en palabras de Ms. Vaginal Davis, “su actitud les hacía parecer sirenas, listas para llamarte y destruir tu barco”.
La banda autoproducía sus propias grabaciones; Caroline Azar, junto a Candy Parker, editaban su propio zine llamado Hide (tuvo 5 números) y tras la primera entrega salió con casetes recopilatorios de música de Fifth Column junto a bandas contemporáneas. Con los recopilatorios buscaban crear redes y explicaban“¿Por qué no apoyar y difundir otras bandas de la manera en que nos gustaría que nos apoyaran a nosotras?”.
Se negaron a participar en la corriente principal del movimiento gay porque les parecía asimiliacionista y burguesa. “Si respondiese realmente a nuestras formas, no habría ni una estructura que quedara en pie”, decía Caroline.
En 2012 Kevin Hegge publicó la película documental “She Said Boom: The Story of Fifth Column“, con entrevistas a las componentes de la banda G.B. Jones, Caroline Azar y Beverly Breckenridge, y también con comentarios de Kathleen Hanna, Vaginal Davis y Bruce LaBruce sobre la influencia determinante que supuso Fifth Column.
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VIOLENCE GIRL: A CHICANA PUNK STORY, por ALICE BAG [en inglés]
Por descontao, el primer libro que tenemos en la cabecera es la autobiografía de nuestra punk favorita: Alicia Armendariz!
Michelle Cruz Gonzales, más conocida como Todd, fue la batería de la banda anarcopunk 
“Clothes Clothes Clothes Music Music Music Boys Boys Boys” se publicó en 2014 y desde 2017 lo tenemos en castellano editado por Anagrama, con una traducción que respeta el tono cercano y cautivador de la autora, Viv Albertine, guitarrista de 
El próximo sábado 22 de julio, en La Casika de Móstoles actuará el mítico trío punk argentino She-Devils, formado por Patricia Pietrafesa al bajo y voz, Pilar Arrese en la guitarra y coros, e Inés Laurencena como batería.
